La inauguración de la primera Iglesia de Saladillo tuvo lugar el 30 de agosto de 1865. Como parte de los festejos del Centenario de aquel acontecimiento, en 1965, el Grupo de Madres de la Parroquia decidió colocar en la plaza principal un Monumento a la Madre.
Para tal fin se formó una “Comisión Pro Monumento a la Madre”, presidida por la señora Leocadia C de Iturralde. Esta comisión se ocupó de recaudar los fondos necesarios reunidos del masivo apoyo popular.
La obra fue encargada al reconocido escultor Julio Cesar Vergottini, quien la realizó en mármol de carrara acabado a martillo. Para su emplazamiento se le realizó un pedestal de granito.
El 24 de octubre de 1965, a las 11:30hs la escultura fue descubierta ante la concurrencia masiva de la población y autoridades. Previamente se ofició una misa en el Templo y por la tarde se realizó un festival infantil frente al monumento, con suelta de globos y reparto de golosinas. La Banda del Cuerpo de Bomberos Voluntarios amenizó con su música.
Al mediodía se realizó un almuerzo en honor del escultor Julio Cesar Vergottini, en cuya figura queremos detenernos para darle un mayor valor a la obra que se exhibe en nuestra plaza.
Vergottini nació en el barrio porteño de Almagro, el 5 de setiembre de 1905. Ya a los 9 años se inició en el arte de la escultura y apenas contaba con 15 cuando realizó su primera exposición.
Entre 1928 y 1935 recorrió Brasil, Europa y el norte de África, junto a su hermano Carlos “Marius”, dibujante de comics en la revista “Intervalo”.
La obra escultórica de Julio Vergottini es extensa y podemos destacar en ella al “Monumento al Izamiento de la Bandera” (1940), conjunto de titanes que se encuentran en la Plaza Colombia del barrio de Barracas.
A su cargo estuvieron la construcción de los mausoleos de Alfonsina Storni y Celedonio Flores, en el cementerio de la Chacarita.
En el Paseo Caminito, del barrio de La Boca se encuentra su obra “La Sirga” y en la plazoleta de la Vuelta de Rocha, su busto del Almirante Brown. De mármol de carrara es su escultura de Hilario Ascasubi, en el “Jardín de los Poetas” del Rosedal de Palermo.
En 1950 fue distinguido con la “Orden del Tornillo de Oro” por Benito Quinquela Martín.
Como suele ocurrir con los grandes del arte, Vergottini llegó a su ancianidad en la pobreza. Se cuenta que solía decir: “¡Una vez que la escultura estaba terminada había que instalarla, y yo no la iba a destruir porque no me la pagaban!” Afortunadamente este no fue el caso de su Monumento a la Madre en Saladillo.
En sus últimos años se instaló en el viejo torreón del “Puente Pueyrredón” sobre el Riachuelo, que une a Barracas con Valentín Alsina.
Allí siguió practicando su arte hasta que falleció el 6 de mayo de 1999. Sus restos descansan en Avellaneda.
A grandes rasgos hemos querido presentar una semblanza de este gran escultor, para que valoremos aún más su bella obra que se exhibe en nuestra plaza. Dicho sea de paso, sería bueno no pintarla más, para poder apreciar el mármol en su estado original y el bello acabado a martillo dado por Vergottini.
Muy buena la info Marcelo, es necesario saber de la historia de los monumentos que tenemos en nuestro partido.
Que buena la recorrida que se hace por la historia escultorica de Vergotini. La bebé que esta en el monumento a la madre soy yo. Tengo una constancia firmada por el escultor que certifica eso.
El tio abuelo!!! gracias!
http://www.pablovergottini.com.ar/
Muy buena información. Gracias por publicarla.
Aqui en la ciudad de buenos aires . se hallaba instalado en la plaza Colombia de barracas – el monumento ” Izando la bandera”- obra d e este gran escultor argentino- hace unos años la han retirado de su pedestal. argumentando que se hallaba la misma , con la bases oxidadas ha pasado mucho tiempo y la obra no volvió aun al barrio de Barracas.al norte-
Descubrir un artista así un día antes del día de la madre en Argentina, me hace sentir que no todo está perdido. Ojalá muchos jóvenes se entreguen al arte, aunque su ganancia económica sea escasa. Ver esta obra de arte fue una delicia. Gracias a quien subió toda esta información.
Es muy enriquecedor , Marcelo , saber la historia también de los monumentos de la ciudad de Saladillo.
Con mucho gusto siempre los leo .
Lo que hacés es bueno. Pero considerando que a veces los que formaron parte de la historia están vivos creo que, por ser historia local, sería bueno un poco de investigación un situ. Porque de alguna forma es como tener la foto de una rosa pudiendo guardar también el perfume. Es algo que ya te he comentado.
¡Gracias por tan interesante información !
Hermoso y enriquecedor relato de una parte de la historia de la querida ciudad de Saladillo,cuna de toda nuestra familia.Mas cuando se trata de su plaza que encierra tan bellos recuerdos.Felicitaciones por publicar obras trascendentes en el arte.!