Vivió en Saladillo, allá por 1934, un viejo gaucho que contaba por entonces con 80 años de edad. Su nombre era don Gabino Salguero y se comentaba en el pueblo que había sido soldado en los fortines, en los tiempos de la lucha contra el indio.
Don Orlando Sanguinetti (1), con su olfato de historiador y periodista, decidió entrevistarlo, dejándonos el testimonio directo de lo que era ser un soldado de frontera en esos tiempos lejanos.
Los fortines contaban en sus guarniciones con un comandante y dos o tres suboficiales permanentes. El resto de la partida se completaba con gauchos que trabajan en las estancias próximas o con los que, por la subjetividad de los Jueces de Paz eran juzgados como «vagos y mal entretenidos».
Así eran mandados estos pobres gauchos, a pelear en la frontera contra los Pueblos Originarios que resistían el despojo de sus tierras. Gauchos que arriesgaron sus vidas por las tierras del patrón y que terminada la lucha, siguieron siendo lo que eran: ¡Gauchos pobres nomás! (más…)